Primeramente, la emoción -reacción vital- no es lo mismo que la moral -significación idealista-, puesto que ésta última es un producto conseguido hasta un presente, no desde el mismo hecho inherente a un ser vivo, sino desde un hecho añadido o social; y, si existe el hecho social, es inevitable, incultivable, la moral (*). Luego, en el ser humano, la emoción o la impresión sensible no es de la misma índole que la de la naturaleza, sino vinculada a valores morales, se quiera o no. El arte no es accidental -como propugnaba por razón de que es identificativo de lo que ha vivido junto a lo que ha convivido o le ha influido la sociedad. Deduce esto que Croce estaba en el error al sostener la intuición artística anterior a lo intelectual, en cuanto a que el arte requiere una "predisposición" o maduración intelectiva previa, ideada, y no de un estado independiente, desconectado o hecho "de repente" desde la nada. Más claro, la impresión sensible sobreviene tras ...
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